El autor del libro ha sido alumno mío en un master de comunicación del CEU. Visto el resultado creo que logró librarse de mi maléfica influencia porque, aquí donde me ven, he logrado batir todas las marcas en el ranking de peores profesiones.

Entre mis múltiples talentos, no se cuenta la pedagogía, como han tenido oportunidad de constatar todos aquellos centros de enseñanza que cometieron el riesgo de contratarme como docente. Todos ellos tuvieron el buen sentido de despedirme antes de que incurrieran en concurso de acreedores.

Pero ya ven: la Providencia vela por todos nosotros. Ricardo Latorre ha hecho un espléndido resumen sobre la persecución cada vez más extendida. Esta es la historia de la persecución religiosa contra la Iglesia en Occidente. La de Oriente es violenta, la de Occidente es más letal, porque la sangre de los mártires es semilla de nuevos cristianos, mientras que aquí, en el mundo libre, de lo que se trata es de desacreditar y censurar a todo aquel que ose comportarse como cristiano. Si eres católico práctica en silencio; en público, cállate.

Recuérdese, además, que los cristianos no somos los que creemos en Cristo sino los que amamos a Cristo. No sólo se vulnera un derecho, lo que se está vulnerando es la intimidad de millones de cristianos.

La persecución religiosa es el asunto del siglo XXI. El libro de Latorre resulta de lo más pertinente. Y encima, se lee de corrido, porque no sólo forma: informa.

Eulogio López

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