Irene Hernández Velasco, corresponsal de El Mundo en Roma y enviada especial del diario para cubrir el viaje de Benedicto XVI por Jordania e Israel no es ni de izquierdas ni de derechas: su único distintivo ideológico es la cristofobia, por lo que está muy bien encuadrada en un plantilla de un diario como el de Pedro J. Ramírez, fiel representante de la derecha pagana española.

El Mundo, a quien muchos tonticatólicos consideran como suyo simplemente porque es de derechas y él atiza a ZP, que se está cubriendo de gloria con el periplo papal. Ojo al dato: Palestinos e israelíes, unidos contra Ratzinger. Asegura la sin par doña Irene que musulmanes, judíos y hasta cristianos critican al Pontífice. Naturalmente, doña Irene es toda una profesional, así que aporta pruebas, según la más extraordinaria mentira del periodismo actual: decir la verdad, nada más que la verdad, pero no toda la verdad. Por eso nos resalta las palabras de un judío ortodoxo, con amplios conocimientos históricos, quien nos asegura que Benedicto XVI fue miembro del movimiento nazi, una afirmación que sólo el cantamañanas de Andreu Buenafuente se ha atrevido a insinuar pero que no merece matiz alguno para El Mundo.

La crítica del palestino que recoge Hernández para justificar su título no es menos docta: ¿Cómo se atreve a visitar Israel tras haber bombardeado Gaza hace menos de seis meses. Una crítica que no fue recogida por El Mundo cuando otros jefes de Estado han visitado Jerusalén. Otra prueba de El Mundo: representantes judíos abandonaron la sala en un acto donde se dio la palabra a un musulmán. ¿Y qué culpa tiene el Papa?

Al mismo tiempo, doña Irene asegura que los palestinos de Nazaret -que han encerrado en piedra la basílica de la Natividad- son, como el chiste de Txomin, poco partidarios de la visita papal, lo cual, no me lo negarán, supone todo un alarde periodismo de investigación. Por último, la aportación cristiana disidente, en boca de un cristiano palestino que condiciona su aprobación: si el Papa no condena el muro judío contra los palestinos no se lo perdonaré.

Todo ello sazonado, esto no es de Irene, con las declaraciones del ministro israelí de Asuntos Sociales, Isaac Herzog, quien, magnánimo, asegura que si el Papa se porta bien dejarán de discutir sobre Pío XII. Este cantamañanas no se quiere enterar de que el calumniado Pío XII fue un defensor de los judíos, al tiempo que, muy diplomático hasta para el ministro de Netanyahu, que asegura haber conseguido una gran victoria sobre el caso doloroso del obispo negacionista. Una victoria suya, mismamente del Gobierno Netanyahu.

Lo que hay que aguantar siendo Papa: a cristianos estúpidos, musulmanes estúpidos, judíos estúpidos... y a los corresponsales de El Mundo.

Eulogio López

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