El Ejecutivo prefiere no advertir que llegarán al Constitucional

Las cosas están delicadas y no es el momento de introducir más tensión. Cuando se debatía en la cámara vasca el plan Ibarrtexte, el Gobierno ya anunciaba que aquello no pasaba, que era inconstitucional, que generaba una fractura social. Ahora en cambio, ante una ley catalana que vulnera la tercera hora del castellano, el perfil no es bajo, sino bajísimo. La vicepresidenta llega a afirmar que el aprendizaje del castellano está garantizado "en Cataluña y en todas las CCAA". Vamos, que no hay ningún problema.

Eso sí, matiza que de momento la norma ha pasado de la Comisión de Educación al pleno y que hasta que no se apruebe, el Gobierno no debe de intervenir para no interferir. Una doctrina que no se corresponde con la práctica del plan Ibarretxe.