Sr. Director:

Los niños tienen fácil acceso a la pornografía mediante Internet o por ciertas televisiones locales que la emiten, en emisión abierta, a partir de las 12 de la noche, y por lo visto, legalmente. El aficionado a la pornografía, cada vez busca nuevas emociones, es decir, nuevas perversiones. La pornografía convencional abre puertas a la pederastia, y supone la depravación de la sexualidad humana procreadora.

Los colectivos feministas, callan chirriantemente ante el atropello que supone la pornografía hacia la mujer,  presentada como objeto primario para calmar ímpetus libidinosos, precisamente las mismas que quieren aborto libre y gratuito, sin pensar en el exterminio de vidas humanas inocentes que supone.

Juan Francisco Fernández Aguilar

juanfry1967@yahoo.es