Avejentado vimos a
Joseph Ratzinger cuando recibía a su sucesor,
el Papa Francisco. Cuando decidió abandonar la silla de Pedro, y para mí continúa siendo un enigma el porqué, se suponía que iba a librarse de un gran peso e iba a reverdecer. La impresión que me dio fue la contraria. Está claro que
Benedicto XVI puede seguir ofreciendo a Dios su agotamiento. El próximo 16 de abril, el papa emérito cumplirá 86 años, fue elegido a los 78.
A su lado,
Jorge Mario Bergoglio, ya Papa Francisco, cumplirá el próximo 17 de diciembre los 77 años de edad. Así pues, fue elegido Papa, con 76 años.
Al parecer, Dios no valora la juventud tanto como el mundo actual. O dicho de otra forma, Dios valora la debilidad física mientras el mundo la desprecia.
Y no conviene confundir la debilidad con la tristeza. El Domingo de Ramos, el Papa Francisco ha pedido "
que no seamos hombres y mujeres tristes". Al parecer,
son los ancianos los que enseñan felicidad a los jóvenes.
Por cierto, que la progresía intenta de nuevo secuestrar al Papa. Para secuestrar a un Pontífice se precisa manipular su mensaje. Por ejemplo, se presenta al Papa como el hombre que clama contra las guerras y contra la corrupción.
Por supuesto, pero en todos sus discursos y homilías Bergoglio habla del derecho a la vida, es decir, no al crimen del aborto, sin que las televisiones lo destaquen. Es más, lo ocultan. Está claro que el Nuevo Orden Mundial no se resigna a que este Papa, el argentino Jorge Mario Bergoglio, no sea su Papa.
E insisto, el papa Francisco no es un antipapa: es un Papa mártir. Y esa es la alternativa que le ofrece el NOM: o con nosotros… o será aniquilado. Por el momento, manipulado.
Eulogio López
eulogio@hispanidad.com