-Comienzan las negociaciones para la reforma de la Política Agraria Común.

-Arias Cañete luchará para no tener que dividir el mismo dinero entre más hectáreas.

-"El Gobierno se propuso dar la vuelta a la propuesta de la Comisión, que era muy lesiva para los intereses españoles", afirma.

-La convergencia interna que propugna Europa, es decir, la igualación de las ayudas dentro de los distintos Estados miembros a nivel unitario perjudica a España.

-Para España son importantes los pagos acoplados, asociados a un sector.

-En esta ocasión, uno de los principales aliados de nuetro país es Francia.

-Alemania podría ponerse de nuestra parte o, al menos, mantenerse neutral. Arias Cañete busca su apoyo y es probable que lo tenga.

Se han iniciado este lunes en Bruselas las reuniones que durarán dos días para fijar la hoja de ruta de la Política Agraria Comunitaria. España se juega mucho. El propio Miguel Ángel Arias Cañete, conocido en Bruselas por su dureza y habilidad para las negociaciones, ha manifestado ante la prensa que intentará limitar los cambios que plantea la Unión Europea en la reforma de la Política Agraria Comunitaria que resultan más "lesivos" para nuestro país, como los cambios de criterio para fijar la superficie elegible que recibirá ayudas en el próximo año o la convergencia interna para que todos los productores de un país reciban apoyo a iguales niveles. Con el cambio de criterios se produciría un incremento de hectáreas entre las que el Gobierno español tendría que repartir la misma cantidad de fondos. En los documentos preliminares se ha recogido la preocupación del responsable de la cartera de Agricultura española.

Arias Cañete no se ha cansado de repetir en los últimos meses que lo más importante es la flexibilidad en las medidas a adoptar para diseñar una Política Agraria Común, que no pueda perjudicar "a ningún Estado Miembro", como ha vuelto a reiterar este lunes.

"El Gobierno se propuso dar la vuelta a la propuesta de la Comisión, que era muy lesiva para los intereses españoles. Ahora tenemos un consejo para dar la vuelta completamente y consolidar una reforma adecuada; tenemos que garantizar determinados puntos clave", ha dicho Arias Cañete. Uno de sus principales aliados en la negociación es su homólogo francés Stéphane Le Foll. Ambos han establecido cauces de actuación en el sector lácteo y en el de las hortalizas. En la reciente reunión que mantuvieron hace cuatro días (en la imagen), Arias Cañete subrayó que existe una coincidencia de pareceres entre España y Francia en el ámbito de la convergencia interna, es decir, la igualación de las ayudas dentro de los distintos Estados miembros. Consideran que "una convergencia absoluta de ayudas para todos los productores a un nivel unitario igual al final del periodo del año 2019 podría ser muy lesiva para el desarrollo de los sistemas productivos de nuestras agriculturas".

Los dos países coinciden en la necesidad de elevar los porcentajes de la propuesta de la Comisión para los pagos acoplados, es decir, de las ayudas que se pueden conceder completamente adheridas a un sector. Arias Cañete confía en contar también con el apoyo de Alemania, que también es receptora de ayudas. O en el peor de los casos, que se mantenga neutral.

Sara Olivo
sara@hispanidad.com