Es el hombre más rico en España y el segundo más adinerado de Europa. Amancio Ortega, propietario del 60% de la firma textil líder en Europa, con más de 5.000 tiendas en cuatro continentes, y que en marzo-abril alcanzará una plantilla de 100.000 personas, abandona la Presidencia (continuará en el Consejo) y cede los trastos a Pablo Isla quien, en principio, asumirá el doble cargo de presidente y consejero delegado.
Una empresa familiar, sí, pero la hija de Ortega, Marta, tiene 26 años y aún no está preparada para suceder a su padre. Situarla como presidenta del Consejo con Isla como primer ejecutivo no era del agrado de éste, por lo que Ortega ha decidido que la sucesión lógica está en la profesionalización. En definitiva, poco cambia en el día a día, del que no se ocupaba Ortega. El diseñador gallego seguirá trabajando en la planta de diseño (no tiene despacho) y la empresa la seguirá llevando Isla.
Eso sí, la gran apuesta de futuro, la clave a medio plazo, será saber si Marta, hija de Amancio Ortega y de Flora Peña (dos de sus hermanos y un cuñado también trabajan en la firma) se capacita para dirigir una de las principales empresas europeas o su arrija la toalla, en cuyo caso, los Ortega Peña se convertirían en rentistas y España perdería una compañía inversora cuyo know-how está radicado en la Coruña. En definitiva, está en juego el futuro de una empresa estratégica en la economía española.
Pero, por el momento y a lo largo de los próximos años, lo que se impone es un propietario y un gestor, ahora presidente, que ha sabido llevar al imperio Zara a lo más alto. A lo largo de la primavera la plantilla alcanzará los 100.000 empelados, en plena crisis, y 2011 será el año en que si inaugure la primera tienda en Oceanía (Australia), el único continente que quedaba por conquistar, y en Sudáfrica.
No sólo eso: las ventas on line es un empeño de la multinacional, que comenzará a vender por Internet, también en este año natural, en Estados Unidos y Japón.
Eulogio López
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