Europa no se atreve a tomar medidas que ofendan a los ricos

La Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) acordó prohibir "de forma cautelar con efectos inmediatos" las posiciones cortas sobre las acciones del sector financiero por un periodo de 15 días, que podría "prorrogarse si se considerase necesario". Según la nota de la CNMV, se prohíbe "la realización por cualquier persona física o jurídica de operaciones sobre valores o instrumentos financieros que supongan la constitución o incremento de posiciones cortas sobre acciones españolas del sector financiero".

A raíz de esta noticia, contaban algunos medios este viernes que la prohibición de posiciones cortas era el detonante para la subida del Íbex. Lo cierto es que hay otros factores como el subidón al cierre de Wall Street o los días precedentes de caídas en los que la bolsa española a duras penas se ha mantenido por encima de los 8.000.

Sin embargo, Rubén Manso, consejero delegado de Mansolivar, considera que la decisión es "un brindis al sol que puede acabar generando más problemas". Manso recuerda además que la prohibición en España, Bélgica, Francia e Italia no es suficiente porque los especuladores no tendrán inconveniente en ir a otros países, ya que, por ejemplo, el BBVA no cotiza en una sola bolsa. Habrá que esperar porque experiencias anteriores indican que éste es un modo de cerrar grietas poco consistente. Sin ir más lejos, cuando Angela Merkel tomó una medida similar en mayo del pasado año, los especuladores lo interpretaron como una señal de debilidad y miedo. Una victoria para ellos.

En realidad, si Europa quisiera poner coto a este juego, podría sacar adelante una nueva fiscalidad sobre el ahorro. La idea está sobre la mesa, pero puede sentar mal a los ricos. Medidas como gravar el capital riesgo, las titulizaciones o subir el impuesto sobre el ahorro no son del agrado de los inversores.

Rodrigo Martín

rodrigo@hispanidad.com