El presidente de la organización cubana disidente Proyecto Varela, Oswaldo Payá, trata de rebajar la presión contra la presencia de las empresas españolas en Cuba. Hace un año, las organizaciones disidentes habían iniciado una campaña -de la que dimos cuenta en Hispanidad- para colocarlas contra las cuerdas debido a su colaboración con el régimen.

 

Se trata de Sol Meliá, FCC, Caja Madrid, y BBVA principalmente. Pues bien, no hay cambio en el discurso, pero sí un perfil más bajo. En entrevista con hispanidad.com, Payá insiste en que las compañías españolas no han ayudado nada a la democratización del país y que tan sólo ofrecen oxígeno al régimen. Lamenta que un cubano no tenga libertad económica para emprender negocios, pero un español sí. Sin embargo, el líder del Proyecto Varela considera que la presencia del capital español en la isla no es un tema trascendente en el proceso de transición cubano.

 

Payá defiende una transición que recupere los derechos humanos en Cuba. Para ello mira el modelo de transición español, aunque reconoce que no es "importable", probablemente porque la transición española se hizo sobre las bases del estado de derecho franquista, mientras que el estado de derecho cubano es mucho menos recuperable. Sin embargo, apuesta por recoger lo salvable del actual ordenamiento jurídico y emprender un proceso de negociación y diálogo nacional donde cubanos de fuera y de dentro de la isla puedan hablar sobre el futuro de Cuba sin esperar a la muerte del dictador.

 

Las bases de esa negociación deben de centrarse en la persona, los derechos humanos y los derechos de la familia. En este sentido se mostró contrario a la reversión de la propiedad porque provocaría una situación de indefensión de los cubanos que actualmente viven en la isla.

 

Por otra parte, informó sobre la recepción del premio Sarajov de manos del director de relaciones internacionales del PP, Jorge Moragas, de viaje en Cuba. Payá dejó en custodia el premio a los populares ante las previsibles dificultades a su regreso a Cuba. Sobre la invitación del secretario general del PP, Rajoy, al próximo congreso del partido, se mostró satisfecho por entender la invitación como "una muestra de solidaridad del pueblo español con el pueblo cubano que sufre la dictadura comunista". Payá trató de desvincular la lucha por los derechos humanos en la isla de toda sigla partidista y recordó haber sido también invitado al congreso del PSOE aunque las autoridades cubanas no le dejaron abandonar la isla. "Espero que esta vez sí que pueda ir. Es mi derecho viajar, salir y entrar en mi país", señaló.

 

Y mientras tanto, los expertos en sida advierten que Cuba puede convertirse en un polvorín de la enfermedad, dado el aumento de los contagios en la isla debido a la promiscuidad sexual.