La filial de FT ejerce de víctima en España
En la presentación de resultados de Orange de este jueves 26, la compañía aprovechó para presentar su manual de agravios. La teleco francesa continúa quejándose de que Telefónica se ofrece a sí misma mejor calidad en la banda ancha que al resto de las operadoras, que tienen alquilado el tramo de red de cobre que llega al domicilio de los abonados.
A Orange podría ocurrirle como a Jazztel, a cuyas demandas la CMT respondió que no existían las supuestas irregularidades. En este caso hay que recordar que France Telecom protestó en verano de 2007 porque no podía realizar las migraciones a 3Mbps en las mismas condiciones que Telefónica. A raíz de dicha protesta, la Comisión del Mercado de las Telecomunicaciones (CMT) solicitó a Telefónica el envío de todas (detalle una a una) las conexiones migrables a 3Mbps de cada operador, y así se hizo.
Además. Orange recordó los conflictos planteados contra Telefónica ante la CMT por considerar que una cuarta parte de la información suministrada por la española es errónea. El caso es que la base de datos que Telefónica facilita al resto de operadoras es la misma con la que trabaja la española.
Orange ha protestado también por el número de solicitudes rechazadas y las desagregaciones incorrectas. A pesar de que a la propia CMT le consta que la inmensa mayoría de solicitudes rechazadas a los operadores tiene que ver con la inadecuación de los datos de la solicitud y no por la "imposibilidad de dar el servicio".
Orange intenta presentar en el fondo a Telefónica como el reflejo en España de France Telecom. Y es que la francesa, participada mayoritariamente por el Estado galo acaba de ser multada por su propio regulador por prácticas monopolísticas y controla la mitad del mercado de banda ancha de su país. Lo más fácil para evitar problemas de "infraestructura" sería invertir dinero para crear su red y solicitar la separación de la de Telefónica, pero por el momento no parecen decididos a asumir ese reto.