Éxtasis ecologista, y panteísta, de SM Felipe VI (en la imagen) en la Cumbre sobre el Cambio Climático que se celebra en Nueva York. Esto es, un nuevo aquelarre ONU. Suspira el joven monarca por el devenir del planeta tierra. Ojo a la perla que soltó desde la tribuna de oradores: "Que nadie se llame a engaño. Detrás de una subida de unos pocos grados (en la temperatura del planeta azul) están en juego vidas humanas y la continuidad misma de nuestras naciones y sociedades".
Algún despistado debió pensar que en el uso de la palabra estaba el secretario general de Greenpeace. Pero no: era el Rey de España metido a activista verde.
Ya hemos dicho que el dramatismo telúrico sobre el calentamiento global no conduce al reverdecer del planeta sino a la miseria de la raza humana que lo habita.
Y, por cierto, lo único que por el momento se ha sacado de la cumbre de Naciones Unidas sobre el clima es el consenso para apostar por las energías renovables... subvencionadas, naturalmente. Energías verdes que son, precisamente, las que han creado un agujero financiero (déficit de tarifa) en España que el ministro Soria, con menor o mayor fortuna, trata de tapar antes de que nos caigamos por él todos los contribuyentes españoles.
Alguien debería leer las verdes soflamas regias en foros internacionales... antes de que se pronuncien.
Hispanidad
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