Estoy totalmente de acuerdo con su articulo del 12 de Febrero. El abortero Obama ni se parece para nada al fallecido presidente de este país, uno de los mejores presidentes que Estados Unidos ha tenido, Ronald Reagan, ni la revolución de Egipto tiene nada en común con la caída del muro de Berlín.
La postura de Obama ha sido siempre la de un político que navega entre dos aguas sin la dirección adecuada de un verdadero líder. Sus primeros mensajes televisados a todos los medios de comunicación cuando empezaron las manifestaciones fueron de un total apoyo al tirano del Cairo. Después cuando Bumarack pagó a miles de ciudadanos para que se enfrentaran con violencia unos contra los otros en las calles el abortero Obama se asustó de las consecuencias que traerían para la Casa Blanca, así como el conflicto internacional que podría desatarse por el hecho de que el uso de armas militares en contra de todos los manifestantes tendría repercusiones políticas en todos los países del Medio Oriente, ya que todo el armamento militar que hoy en día posee Egipto es de procedencia norteamericana.
¿Como en el caso de la manifestación en Irán? La Administración Obama nunca logró apoyar la revuelta de la plaza de Tharir y los manifestantes ahora saben que la posición de Obama fue errática en todos momentos. Se cruzó de brazos y no hizo absolutamente nada durante los enfrentamientos, esperando que las situaciones se resolvieran por sí mismas sin la intervención de los Estados Unidos. Los egipcios ahora ya tienen la completa certeza de que la revolución la hicieron ellos solos sin la ayuda del país amigo los Estados Unidos.
Lo mas cínico durante el conflicto fue la conferencia que convocó la Secretaria de Estado Hillary Clinton para informar a todos los medios de comunicación que la situación en Cairo estaba bien contenida y controlada por Bumarack y todo seguía su curso sin ningún incidente, cuando en la realidad los tanques militares estaban invadiendo todas las calles del Cairo y ya se hablaba de numerosas muertes ocurridas entre los manifestantes.
El Gobierno de Obama está actuando como un verdadero fiasco sin pies ni cabeza que está hundiendo a este país en un desastre total internacional y económico. El socialismo de Obama no tiene control y ni el mismo puede controlar tantos errores domésticos internacionales y domésticos que bajo su mandato hacen que este país se esté convirtiendo en el hazme reír.
La única esperanza que los americanos tienen es que el Partido Conservador, hasta la médula de los Republicanos, es mucho más consciente del rumbo que el país está tomando se hagan cargo del poder en las próximas elecciones en el Senado y en la Casa Blanca para que restablezcan otra vez la moral y confidencia de este país que a lo largo de toda su historia ha representado siempre para el resto del mundo un auténtico estandarte para la libertad de expresión y la protección de los derechos humanos.
Concepción M. Losada