Tal vez sea conveniente recordar que estos días se ha anunciado el tema del mensaje para la 48 Jornada Mundial de la Paz que se celebrará el uno de enero de 2015: "Ya nunca más esclavos, sino hermanos".
Para combatir la esclavitud eficazmente es necesario ante todo reconocer la inviolable dignidad de toda persona humana, además de mantener inamovible la referencia a la fraternidad, que requiere la superación de la desigualdad, en base a la cual un ser humano puede hacer esclavo a otro, y el consiguiente compromiso de proximidad y gratuidad a favor de un camino de liberación e inclusión para todos.
El objetivo es la construcción de una civilización fundada sobre la igual dignidad de todos los seres humanos, sin discriminación alguna. Para ello, es necesario también el compromiso de parte de los ámbitos de la información, de la educación, y de la cultura en favor de una sociedad renovada y configurada para la libertad, para la justicia y, por tanto, para la paz.
La Jornada mundial de la Paz ha sido deseada por Pablo VI y es celebrada cada año el primero de enero. El Mensaje del Santo Padre es enviado a las Cancillerías de todo el mundo e indica además la línea diplomática de la Santa Sede para el año que comienza.
Juan García