Será éticamente más correcto ayudar a un aborto que participar en dopaje deportivo. La sedación, siempre que sea por el bienestar del paciente.
Tal y como adelantara Hispanidad, la Organización Médica Colegial ha aprobado el nuevo código deontológico, antesala y preparación de la futura ley que quiere aprobar el Gobierno y que lleva por nombre ley de Cuidados Paliativos y Muerte Digna, que ya ha sido denunciada desde la Conferencia Episcopal Española como una ley que deja espacio a prácticas de eutanasia.
Según el presidente de la OMC, Juan José Rodríguez Sendín, con el nuevo código, "más plural y comprometido", se van a regular aspectos como el derecho de estos profesionales a la objeción de conciencia, la sedación en la agonía o su participación en el dopaje deportivo. Curiosamente ante la fuerza que el dopaje deportivo va tomando en la opinión pública, en el código se considera inaceptable deontológicamente que el médico "contribuya de forma fraudulenta a la mejora del rendimiento del deportista", estando obligado a informarles de los efectos perjudiciales de los procedimientos que emplee. Eso sí, en caso de aborto, "el médico no queda eximido de informar a la mujer sobre los derechos que el Estado le otorga en esta materia", obviando seguramente las graves consecuencias que sufre la mujer que practica un aborto. En definitiva, todo conforme a la nueva ley Aído que considera el aborto un derecho.
Y es que con la excusa de querer regular el derecho a la objeción de conciencia, con este nuevo código deontológico, lo que se consigue es fragmentarlo y, en el fondo, destruirlo. Y es que, como dice el nuevo código deontológico, "en caso de urgencia, no hay lugar a la objeción". "Si la mujer está sangrando o corre peligro, razón de más", ha apuntado el presidente de la Comisión Central de Deontología Médica, el Dr. Marcos Gómez Sancho. Y la pregunta sería qué sucede entonces con el bebé que está esperando esa mujer. Por lo que dice el Dr. Sancho (sic), no habría problema en matar a la criatura.
Pero además, el Código Deontológico también habla de la sedación en enfermos terminales. El presidente de la OMC, ha destacado que por primera vez "se consagra como científica y éticamente correcta", y que lo único que pretende "es que los pacientes sufran innecesariamente". Pero para eso ya existen los cuidados paliativos e incluso la Iglesia ha sabido distinguir entre cuidados paliativos y encarnizamiento terapéutico. Y el texto del nuevo código es muy ambiguo y deja muchas preguntas en el aire. "El médico tiene el deber de intentar la curación o mejoría del paciente siempre que sea posible"; "cuando ya no lo sea, permanece la obligación de aplicar las medidas adecuadas para conseguir su bienestar, aun cuando de ello pudiera derivarse un acortamiento de la vida". Y es que qué es el bienestar del paciente, quién lo dictamina: el enfermo, la familia, el médico… Además, el médico estaría obligado a aplicar medidas adecuadas… Pero si el enfermo cree que su bienestar es no padecer por la quimioterapia, ¿el médico estaría obligado a sedar al enfermo obligatoriamente? Lo curioso es que el Dr. Gómez Sancho cree que quien vea en estos cuidados paliativos un "coladero" para la eutanasia, es porque "hay que leer con muy mala intención para pensar así". Yo no sé si es de mal pensados, pero está claro que en Holanda, muchos mayores se han ido a vivir a la frontera con Alemania, o han proliferado tarjetas en las que la gente mayor pide que no les maten por "su bienestar" en caso de ser hospitalizados. Quizás es que en este caso, es cierto el refrán que reza, "piensa mal y acertarás".
Juan María Piñero
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