Sr. Director:
La venida del Santo Padre a Madrid es un acontecimiento importantísimo. Para los jóvenes católicos de todo el mundo es un encuentro de fe, fraternidad, de encuentro con su Padre espiritual, una fiesta alegre, que no pretende más que encontrarse con Cristo, en las palabras que les dirigirá el Papa.
Para la ciudad de Madrid será un espaldarazo internacional, puesto que cientos de periodistas de todo el mundo, hablarán en sus periódicos y televisiones de los distintos actos organizados durante las Jornadas.

Para los comerciantes, hoteles y restaurantes, una magnifica ocasión de hacer negocio, que vendrá muy bien a sus cuentas de resultados maltrechas por la crisis.

Sin embargo, ahora que se acerca el día, se levantan voces, pocas pero desaforadas, que quieren solucionar sus problemas, de falta de trabajo, políticos, etc, muy justos todos ellos, pero que nada tienen que ver con las JMJ, voicoteando los distintos actos.

Las Jornadas se van a celebrar, serán un exito, sin duda. La fe mueve montañas, pero qué ocasión perdida para dar la imagen de país desarrollado, tolerante, que recibe a sus visitantes ilustres, y el lider espiritual católico lo es, con respeto, no con aplausos, sino con respeto, el mismo que él demuestra visitándonos.

Ángela Díaz