No creo que haya elementos educativos exclusivos de la familia, como para no contaminarse. La educación afectiva, de sentimientos sexuales, para la vida en convivencia, lo tenemos que hacer conjuntamente entre las familias y la comunidad educativa. Es una declaración ideológica. Se puede decir más alto, pero no más claro. El ministro tiene claro que no va a respetar la libertad educativa de los padres, que se pasa el artículo 27.3 por el arco de triunfo. Su afirmación ideológica -por si no lo habíamos entendido- es que los padres son unos menores de edad y él, Gobierno, sabe mucho mejor qué es lo que les conviene a los chavales. Espíritu de madre superiora en traducción laica. Lo peor de lo peor. Ahí va un detalle: todo esto lo dice en respuesta al presidente de CONCAPA, Luis Carbonell. O dicho de otra manera: capón del Gobierno al brazo educativo de la Iglesia: vamos a seguir aplicando el rodillo.
Además, sobre la autoridad del profesor ha señalado que existen dudas jurídicas de que un profesor sea autoridad pública y que en todo caso, lo importante es la autoridad moral, la que se gana respetando a los alumnos, comprometiéndose con ellos, etc.
Por último, sobre religión plantea la necesidad de dejar las cosas como están. Un formato que en su opinión garantiza la Constitución y la libertad religiosa. Si abrimos ese debate es posible que aparezcan las personas que quieren que se quite la Religión, apunta.
Andrés Velázquez
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