Banif se encargó de colocarlas y animó a sus clientes a permanecer cuando el valor bajó

Aconsejado por un amigo, Carlos acudió en 2007 a Banif: Inviertes dinero y parece que te lo gestionan con más atención, pero no es así. Es la conclusión a la que llega después de haber confiado en la publicidad de la filial del Santander y haber perdido buena parte de sus ahorros. Si tienes un mínimo de 150.000 euros, se encarga Banif, pero si no, no se dejan escapar al cliente y lo remiten a una sucursal de Santander.

El asesor que te asignan te llama y te dice que hay una buena inversión y tú dices vale. Se trataba de acciones del banco austriaco Meinl, de las que dábamos cuenta en la edición del martes. El precio se situaba en 18 euros sin establecer stop loss, órdenes automáticas de venta condicionadas por ejemplo a la caída del valor. Y eso fue lo que ocurrió: las acciones del banco de la familia Meinl comenzaron a caer. Banif reunió a sus clientes y les explicó que tras realizar una auditoría estaban seguros de que los activos valían más. ¿Papeles para explicarlo? Los mínimos. Así que la entidad les animó a seguir y a mantener la confianza. Este jueves 15, la acción de Meinl, ahora llamado Atrium, cotiza a 2,40 euros. Recordemos que, en el primer juicio ganado por un afectado, Banif reconoció que cobraba una comisión especial por permanencia.