Como ya hemos informado, el eurodiputado Íñigo Méndez de Vigo ha sido el único político que ha acudido a la peregrinación a Santiago de Compostela, organizada por la Conferencia Episcopal Europea. El italiano Romano Prodi asistió tan sólo virtualmente porque problemas de agenda le impidieron asistir. En su discurso habló de la importancia de las raíces cristianas que componen el ser de Europa, lo que en Paneuropa denominan "el alma de Europa".

 

Tampoco asistió el presidente del Europarlamento, el irlandés Pat Cox, un político poco proclive a la defensa de la batalla por la mención explícita de las raíces cristianas de Europa, que aglutina actualmente la voluntad de 55 millones de europeos. Méndez de Vigo se mostró partidario de tal mención, pero añadió que en caso de no lograrse no atacará la Carta Magna comunitaria por ello. Al fin y al cabo, como dice otro democristiano, "la Constitución europea será necesariamente cristiana porque se aprobará en el 2004 después de Cristo".

 

Ya es primavera en el Europarlamento y los demócrata-centristas se encuentran de rebajas.