• Intervenir, no nacionalizar. Es decir, mandar y no pagar.
  • No deja de ser una expropiación forzosa y, además, gratuita, incompatible con cualquier derecho nacional o internacional.
  • El hijo de la presidenta Cristina Fernández vaciaría la empresa manteniendo unos precios de combustible ficticios y una producción a pérdidas. Es decir, que llevaría a YPF a la quiebra.
  • Una burrada que hará que todos los capitales huyan de Argentina y que, además, paralizará las inversiones para nuevos yacimientos.
  • De rehenes, quedarán el resto de compañías españolas presentes en Argentina.

Máxima tensión entre los gobiernos de Madrid y Buenos Aires. Máximo Kirchner, hijo de la presidenta Cristina Fernández y líder de los ultra del grupo La Cámpora, el hombre que realmente manda en Argentina aunque sin cargo público (en la imagen), ha decidido dar un paso más e intervenir la petrolera YPF, filial del grupo español Repsol.

Intervenir, no nacionalizar. Es decir, mandar pero no pagar. Un verdadero golpe de Estado mercantil, ajeno a todo derecho, argentino o internacional.

Pero su objetivo último llega más allá: la desastrosa gestión del Gobierno argentino ha hecho que un país que crecía al 7% durante los últimos años no tenga dinero para pagar el combustible que necesita importar para el invierno que llega.

Por tanto, el ultra Kirchner junior se ha empeñado en intervenir YPF y seguir trabajando a pérdidas, además de, naturalmente, paralizar todas las inversiones (28.000 millones de dólares) que precisan los nuevos yacimientos.

En definitiva, una burrada que hará que todos los inversores huyan de Argentina como de la peste. Pero eso poco importa a alguien tan autodestructivo como Máximo Kirchner.

¿Y cómo se atreve a tanto? Pues porque en Argentina operan otra compañías españolas, como Telefónica, GAS Natural, Isolux, etc. Es lo más parecido a una extorsión pública.

Miriam Prat

miriam@hispanidad.com