Sr. Director:

Acabo de leer su artículo "Católico: no votes al PP". He decirle que yo estoy totalmente alejado de la actividad política. Sí soy católico, y como tal el contenido de su artículo me produce cierta indignación, no por simpatía hacía el PP, sino por lo que supone respecto de la doctrina católica y respecto de la Iglesia.

Toma usted un texto de Benedicto XVI y extrae de él conclusiones que van mucho más allá de lo que del mismo se desprende. Vierte usted sus opiniones personales, que no comparto en absoluto en cuanto a su conclusión final, como si del magisterio de la Iglesia se tratara, como si necesariamente cualquier católico, por el hecho de serlo, debiera pensar como usted piensa, como si el mismísimo Benedicto XVI pensara del modo que usted expone, lo cual es ciertamente falso, como puede constatarse en sus escritos, que le sugiero que lea en su totalidad.

Una tal conducta comporta una falta notable de rigor intelectual, pero además supone una falta de lealtad para con la Iglesia y para con los católicos, a algunos de los cuales, los que tengan menos formación, puede contagiar sus confusiones.

Vierta usted las opiniones que le parezcan más oportunas, está usted en su derecho, pero no se escude, no se ampare ilegítimamente, en la Iglesia y en el Papa para legitimarlas, porque no tiene usted autoridad ninguna para interpretar y manipular, y menos para tergiversar, el Magisterio de la Iglesia. Piense y actúe usted con toda libertad dentro de los límites que marca la doctrina de la Iglesia, pero asuma usted y sólo usted la responsabilidad de sus opiniones personales.

De otro modo está usted causando un perjuicio claro, aunque no sea posible evaluarlo en datos, a la Iglesia Católica a la que dice que pertenece, y se constituye usted así en un aliado estupendo del laicismo en general y del PSOE de Zapatero en particular.

Jorge Carreras del Rincón

jorge.carreras@icab.es