Así, la reestatización de ARSA, al revés de como lo vende la prensa española, resultaría otro negocio redondo para Gerardo Díaz Ferrán y Gonzalo Pascual

Aerolíneas Argentinas está en quiebra, con una deuda que ronda los 900 millones de dólares. Para hacerlo fácil, la historia es ésta: Marsans, es decir, el actual presidente de la CEOE, Gerardo Díaz Ferrán y su socio, Gonzalo Pascual, recibieron gratis Aerolíneas Argentinas (ARSA) del Gobierno Aznar, además de 758 millones de euros para reflotarla. Hoy, cinco años después, la empresa no ha sido reflotada sino que está en quiebra técnica, el Estado argentino se ha visto obligado a hacerse con ella (lleva desde noviembre pagando los salarios de la plantilla) y arrastra una deuda de 900 millones de dólares pero, sin despeinarse, Marsans habla de nacionalización forzosa y exige 200 millones de dólares por marcharse.

Por su fuera poco, en Madrid, un Juzgado ha imputado a los dos empresarios por los pleitos de estafa procesal, desvío de fondos públicos y delito fiscal. Se da la circunstancia de que al estado procesal hace relación al presunto desvío de fondos públicos donados por el Gobierno Aznar y dedicados a pagar deudas de ARSA, que, también presuntamente, Pascual y Ferrán no emplearon para tales fines.

Dicho de otra manera, se da la paradoja de que si el Gobierno Argentino optara por pagarles, en lugar de por exigirles el dinero del reflotamiento, Marsans habría capitalizado las deudas, es decir, habría cometido un delito del que sería connivente el propio Gobierno argentino.

No lo ha explicado mal el diario Clarín.