El director de La Razón, Paco Marhuenda, pide un pacto entre el PP y el PSOE para pararle los pies a los nacionalistas, al rebufo del escándalo de la financiación autonomía.

Lo pide como tertuliano radiofónico y es la misma línea que sigue en La Razón. Admiro a Marhuenda, uno de esos miembros de la profesión que cree en algo, pero creo que en esta ocasión se equivoca. Admiro igualmente al editor de La Razón, Mauricio Casals, porque también es un señor que cree en algo. Ambos son admirables comunicadores -y repugnantes peperos y marianistas, pero nadie es perfecto-. Casals es el único editor madrileño que no ha recurrido a los despidos desde que comenzó la crisis: ha preferido que todos, empezando por él mismo, se aprieten el cinturón antes de que algunos pierdan su medio de vida. Loable.  

Ahora bien, creo que se equivocan con su apuesta por el pacto PP-PSOE. Para mí que ambos, Marhuenda y Casals tienen la mente puesta en el pacto PSOE-PP de Euskadi, sin reparar en que estamos ante una excepción. Lo diré de otra forma: ¿por qué el presidente de La Generalitat catalana es José Montilla en lugar de Artur Mas, según el acuerdo entre ZP y Mas? Pues porque Montilla traicionó a ZP y se le adelantó con un pacto con los independentistas catalanes. Lo mismo ocurrió en Euskadi: ZP, a pesar de los asesinados por ETA, seguía creyendo -es muy cazurro, mezcla de cabezón y baturro- que podía pasar la historia como el pacificador de Euskadi y, en cualquier caso, seguía creyendo en el social-nacionalismo: PSOE más PNV. Ocurre que, al igual que en Cataluña se topó con la ambición de Montilla en Euskadi y con la ambición de Patxi López, y ambos en la misma contracorriente. Sin golpe de mano, sin aliarse con ERC, Montilla sabía que el presidente sería Mas y, sin aliarse con el PP en Euskadi, Patxi López sabía que el presidente sería Ibarretxe.

Completemos el cuadro: ZP nunca hará una pacto contra el PP, de ningún tipo contra todos los nacionalismos y en pro de una refundación de España, por la sencilla razón de que cree en el social-nacionalismo, cada día más, aunque no todas las jugadas le salgan bien y aunque tenga que dar dos pasos adelante y uno atrás. El motivo es muy simple -no olvidemos que ZP es un ignorante muy listo-: sabe que no será ningún partido nacionalista quien le eche de Moncloa, sólo el PP. Por tanto, cualquier acuerdo con cualquier partido nacionalista, aunque sean independentistas, de izquierdas o de derechas (Cantabria, Aragón y parte de Mallorca) aislarán a los populares.

Por lo demás, si de financiación autonómica hablamos, no es necesario ningún pacto entre los dos partidos mayoritarios. Como decíamos ayer, lo cierto es que, en la actual crisis económica, el mejor pacto de financiación autonómica es el que no existe.

Eulogio López

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