El asunto empieza a resultar dramático. Manuel Prado y Colón de Carvajal está a punto de ingresar en prisión por el Caso KIO. Los tribunales han decidido que recibió cerca de 2.000 millones de las antiguas pesetas (12 millones de euros) de KIO, no se sabe por qué. Ahora bien, todo el mundo en los madriles considera a Colón como un recolector de dinero para la Casa Real (y casi todos añaden: "Y para sí mismo"). Lo que sí es cierto es que consta la defensa numantina que Juan Carlos I ha hecho siempre de Manuel Prado hasta hace bien poco tiempo. Por todo ello, y para proteger al Rey, los medios informativos españoles han silenciado el caso Prado, que amenaza con convertirse en el VIP que, con más silencio mediático, ha ingresado en prisión.

 

Ante el juez todos acaban por cantar, decía un famoso banquero. Pues, a las puertas de la cárcel, todos empiezan a hablar a quien quiera oírles. La desesperación que produce en estas personas la cita con la penitenciaría hace comprensibles sus diatribas. Así, Manuel Prado y Colón de Carvajal recuerda que él fue quien buscó empleo a los dos maridos de las Infantas, Elena y Cristina (especialmente a Iñaki Urdangarín), y quien se encargó de la intendencia de la boda sevillana de los Duques de Lugo, la Infanta Elena y Jaime de Marichalar. Mientras tanto, insistimos, reparen en el silencio de los medios sobre el caso y descubrirán las huellas del pacto entre el Palacio de la Zarzuela y los grandes editores.