Bien está que SM Juan Carlos I se vea obligado a actuar y hablar de forma políticamente correcta. Sí señor. A fin de cuentas, le pagan para apaciguar ánimos, no para exaltarlos. Pero no hay que pasarse. Durante su discurso en
Un pequeño detalle que para el diario El País pasa desapercibido. Sin embargo, el periódico de Polanco está muy preocupado por que el "arzobispo de Santiago critica el matrimonio gay ante el Rey y el presidente". Y claro, tanto descaro rebasa mucho las fronteras de la libertad de expresión.
A ver si nos enteramos. A los progres les gusta la libertad pero dentro de un orden. ¿Qué es eso de que un arzobispo, en este caso monseñor Julián Barro, recuerde la doctrina de
Los obispos deberían aprender de monseñor Bono, un cristiano comprometido, sí señor, que en sus ratos libres (se trata de un bono convertible) ejerce como ministro de Defensa. Así, en el diario
-¿Se siente cómodo un cristiano en un Gobierno que reformará el Código Civil para permitir las bodas gay?
Escuchad fieles, la respuesta:
-El Cristo en el que creo es comprensivo y humano… en ningún caso un inquisidor justiciero…
Esto me recuerda que hay más gente que cree en los ángeles que en los demonios. Es lógico, muy lógico. Pero sigamos escuchando al mosén:
-…me irrita e indigna oír al obispo de Ferrol Mondoñedo hablar de vicio asociado a una determinada orientación sexual…
Esto rompe la comunión arzobispal entre monseñor Bono y monseñor Gea Escolano. Pero debemos comprender la justísima irritación del titular de la diócesis de Defensa (también conocida como Ministerio). ¿Cómo puede decir monseñor Gea que la homosexualidad es un vicio o una enfermedad? Insisto, demasiada libertad de expresión. Pero quedaba lo mejor: el sprint final del sermón:
-…Jesucristo estaría hoy más atento a la guerra, a la enfermedad y a la muerte diaria de 25.000 años por causa del hambre que al modo en que organice su vida sexual cada vecino…
¡Ahí le duele, monseñor Bono! Hablemos claro: Hasta el mismo hacedor del espacio y el tiempo tiene que acomodarse a los cambios de los tiempos. Esto está clarísimo, y sólo reaccionarios del tipo de monseñor Gea o monseñor Barrio no son capaces de verlo. No tiene más que acudir al ministerio de Bono (ministerio eclesial, con minúscula) para enseñarles la nueva doctrina que hubiera enseñado Cristo. Porque claro, ¿cómo iba a prever un Dios lo que ocurriría en el siglo XXI? ¡Cuánto tiene que aprender Cristo de don José…!
Y luego está lo del nuevo secretario de Movimientos Sociales y relaciones con las ONG del PSOE, concejal del Ayuntamiento de Madrid, don Pedro Zerolo (no hacer rimas fáciles con su apellido), quien, desde del semanario El Siglo, anima a la justicia a sentar a
Precisamente el cavernícola obispo de Santiago, monseñor Barrio (el que debe aprender de monseñor Bono y de el canónigo Zerolo) advertía que el matrimonio gay va a suponer "la quiebra de la sociedad". Y así será. Por el momento, la persecución contra
Eulogio López