Carlos Herrera, en Onda Cero, destacaba que el PP ultima la manifestación más importante de la democracia, en una clara exageración: no es la manifestación más importante de la democracia, ha habido otras de mucho fuste, pero sí es importante. Hoy hay convocadas concentraciones en los ayuntamientos. Lo es porque el SOE está al borde de un ataque de nervios, porque ha fallado en la estrategia, porque no se ha asumido bien la decisión de excarcelar a De Juana Chaos: estas decisiones se toman en la soledad del poder, un jefe de gobierno es al final el que tiene la responsabilidad de tomarla, esa decisión la toma en soledad un presidente del gobiern el gobierno podía haber hecho dos cosas, una la que ha hecho y otra haber dicho que la decisión la ha tomado él por las razones que explique: por ejemplo, que ahora mismo, este tipo que tenía que estar en la cárcel era más un estorbo que otra cosa. Y a partir de ahí, que te den, porque le iban a seguir dando, también desde su propio partido.
Raúl del Pozo, en Onda Cero, se mostraba en la misma línea: el gobierno y Zapatero, casi en solitario, porque no todo su gabinete está de acuerdo, tiene una idea sobre el fin de la violencia, pero no la ha explicado por miedo a la opinión pública; sin explicarla, mira la que se ha armado, imagínate si la hubiera explicado. Debía haber explicado cuál era el objetivo y así habría evitado esta agitación y esta sobreactuación de los partidos, porque la sociedad no está dividida, están divididos los partidos. Creo que lo importante es que el presidente, por miedo a la opinión pública, no se ha explicado.
En la misma emisora, Nicolás Redondo ahondaba en el argumento de la claridad: La división se da porque no está clara cuál es la estrategia para conseguir el fin de ETA. Todo el mundo cree que estamos en la estrategia de la negociación y no se reconoce que se está en la otra estrategia, se sigue manteniendo que estamos igual que estábamos, cuando el pacto por las libertades está roto y no sirve para nada en la estrategia de la negociación: sería bueno que se aclarara esto. Hemos llegado a una situación de descrédito que hace imposible que se crea esto. Es verdad que sería duro para el gobierno, pero se fortalecerían las instituciones.
Angela Vallbey, en Onda Cero, señalaba que el presidente está tratando de salir en una especie de huida hacia adelante e improvisa más de lo que creemos. Está también la falta de seguridad en lo que está haciendo. Lo de la calle es importante, las manifestaciones son importantes. Esto es algo que se sabía desde Julio Cesar. Cualquier tirano sabe que sin la calle no se puede gobernar. A Aznar le pasó, tenía la calle revuelta y al final acabó donde acabó. Este gobierno no se entera, a la calle hay que prestarle oídos, de ahí el nerviosismo ahora mismo del gobierno.
En la COPE, Federico Jiménez Losantos apuntaba que el artículo de hoy de Aznar en La Razón no es nada moderado, ni siquiera arriólico ni sorayo. Es una argumentación moral y el otro (Felipe González) está defendiendo el crimen de estado y el saqueo de los fondos de Interior.
En la COPE, Tomás Cuesta destacaba que, para el SOE, el que gritaba no a la guerra era el pueblo, y el que va a salir mañana a la calle será el populacho. Quizá es la primera manifestación en que no se expresa un rechazo sino una afirmación, que la gente está por encima del gobierno a la hora de defender la democracia y la convivencia.
En la misma emisora, Luis del Pino argumentaba que la movilización del PP es oportuna, el hartazgo social ha llegado más allá de lo soportable y el PP hace bien en encabezar la indignación ciudadana, que es mayor entre los votantes del SOE que en su programa electoral decía que mantendría el pacto antiterrorista; esos son los más engañados. El sábado, en esa manifestación, habrá muchos cientos de miles de votantes socialistas. Estoy seguro de que habrá gente de muchos colores políticos porque es inmoral lo que ha hecho el gobierno.
En la SER, un tertuliano opinaba que el presidente tiene miedo escénico, a lo que Margarita Sáenz Díez, comentaba que la actitud de Zapatero en el senado era todo lo contrario al miedo escénico. Tengo la convicción de que el cambio a segundo grado de De Juana tendrá contrapartidas políticas, es decir, que renunciar a la huelga de hambre nada más llegar a Euskadi no fue gratuito. Tengo para mí que la izquierda abertzale dará algunos pasos elocuentes respecto a su aproximación a un marco legal. Va llegando la hora de que el gobierno empiece a desvelar alguna conquista política para el objetivo final, que es evitar que los etarras sigan matando algún día.
Hasta Carlos Francino era de la misma opinión: el PP, con todas las trampas que se quieran, lleva meses y meses con un discurso contundente; quien quiere lo compra y quien no, no, y este gobierno ha ido oscilando y defendiendo con mas o menos entusiasmo decisiones como la de De Juana. La decisión de De Juana tiene un trasfondo político, es evidente, también es una decisión política: defiéndase (al presidente), si no pasa nada.