"No habrá caídas de precios salvo remates puntuales", señala el presidente de Asprima

Crisis, ¿qué crisis? Dice el presidente de la patronal inmobiliaria Asprima que no tiene problemas en hablar de "crisis", pero que no hay tal cosa, sino "ajuste". El problema es que los plazos de licitación y construcción nunca coinciden con la demanda. De ahí que el sector esté en permanente desequilibrio buscando el ajuste de manera constante, señala.

No obstante reconoce que pasaremos de las 800.000 viviendas actuales a 450.000 y que el ritmo de venta se ha ralentizado, lo que permite "buscar con más tranquilidad". Eso sí, las nuevas viviendas "tienen con cara y ojos". O sea, que en los próximos 10 años se van a producir 4,5 millones de viviendas. Hay demanda. ¿Cuál? Emancipación de los jóvenes y separación en las parejas, explica. Y la demanda se puede aplazar, pero no eternamente. "No va a estar alguien conviviendo con quien no quiere por sus perspectivas inmobiliarias; el proyecto vital termina por imponerse". O sea, lo consabido, la construcción va -e irá- bien gracias a la crisis de la familia.

No obstante, Galindo hace un examen y plantea algunas cosas que pueden hacer los distintos sectores implicados. A la administración le pide que agilice las licencias para que los proyectos no se alarguen. En su opinión, alargar un proyecto es obligar al promotor a cobrar más. "Somos un negocio de poca rotación, a veces en años". A los promotores también les pide que hagan los deberes: que no se endeuden a corto para proyectos a largo. Que revisen la financiación del circulante y su equilibrio financiero.

Y sobre los inmobiliarias que están cerrando, "ningún problema". A Galindo no le dan lástima, porque se ha pasado de cerca de 6.000 a 40.000 al calor del dinero fácil y rápido. Y es obvio que esas cosas no funcionan. ¿Y las promotoras chiringuito? Esas no existen, según Galindo.

¿Ajustes de precios? Nada de nada más allá de los "remates puntuales". Quizás sí en las nuevas promociones. ¿Conclusión? Galindo se ha hace el optimista y plantea el ‘ladrillo' como una buena manera de invertir. "¿Qué es mejor, el Ibex con los recortes que hemos vivido y los vaivenes de las últimas semanas?", se pregunta.