Sr. Director:

Va a pensar usted que soy un pesado; posiblemente sea cierto. Sólo me limitaré a exponer un breve argumento: los políticos dicen a boca llena, cuando quieren justificar una medida tomada, que lo hacen porque lo demanda la sociedad.

Pues bien, ¿hay una demanda más clara y explícita de que los padres queremos religión católica para nuestros hijos? Esta opción se explicita en un papel firmado por los padres, para cada uno de los hijos. Se hace así porque el Ministerio, ya en tiempos de Maragall, quería tener constancia de tales deseos, que siguen permaneciendo invariables. Somos católicos, por más que les pese a algunos... No muy buenos católicos, pero en fin...

Juan Carlos Eizaguirre

juancareiz@euskalnet.net