El Bloque Piquetero Nacional inicia hoy miércoles 25 una "acampada" de 48 horas frente a las sedes de las petroleras Repsol YPF y Shell. Además, otros grupos piqueteros han anunciado marchas por el microcentro de Buenos Aires. Marcharon en la mañana del miércoles por las avenidas 9 de Julio y Belgrano para, desde allí, continuar hacia las sedes de las empresas de energía Edesur y Edenor y manifestar así su repulsa por los cortes en los suministros y exigir "el derecho a la energía eléctrica".
"Mientras más de la mitad de los argentinos subsistimos en la pobreza, ustedes, Edenor y Edesur, vienen amasando millones desde 1992, cuando el Gobierno de Carlos Menem les entregó las compañías a precio de remate", señalan los convocantes.
Previamente, varias organizaciones piqueteras acudieron el martes 24 al Ministerio de Trabajo para tratar de reunirse con sus funcionarios. Se da la circunstancia de que la ministra de Seguridad Social es hermana del presidente y ha colocado a muchos dirigentes piqueteros como funcionarios del citado Ministerio.
El dato apunta a que las organizaciones piqueteras actúan como primera línea de un Gobierno que tiene declarada la guerra a las privatizadas. En este esquema de poli bueno-poli malo, los piqueteros serían la avanzadilla que realiza el trabajo sucio: paralizan la ciudad, minoran la imagen de las compañías y atemorizan a sus ejecutivos. Todo eso, sabedores de que el Gobierno no enviará a "esa policía" contra ellos. O sea, gratis total. ¿El resultado? Piqueteros presionan, el Ejecutivo legisla.