• Pakistán: el Arzobispo Coutts pide que el gobierno "aborde seriamente la cuestión de la violencia sectaria". Oración y protesta de los cristianos tras las bombas en la iglesia de Peshawar.
  • Laos: cristianos expulsados de un distrito a causa de su fe.
Como se sabe, este domingo los yihadistas ejecutaron un brutal atentado en Pakistán en la Iglesia Anglicana de Todos los Santos, en Peshawear, y en la que hubo 82 muertos, entre ellos 34 mujeres y 7 niños, y 145 heridos.

El atentado ha sido reivindicado por la banda terrorista yihadista 'Tahrik-e-Taliban Pakistan' (TTP). A raíz de este atentado, los misioneros presentes en el país, contactados por la Agencia Fides, han denunciado que hay un juego político que trata de instrumentalizar los ataques sufridos por los cristianos.

El episodio ha vuelto a encender el debate público sobre la situación de las minorías en Pakistán. En una entrevista con la misma agencia, el padre Robert McCulloch, misionero de San Colombo, desde hace más de 30 años en el país, recuerda con disgusto que "Imran Khan, líder del Pakistán Tehreek-e-Insaf (PTI), durante la campaña electoral había declarado que Pakistán es 'una tierra sólo para los musulmanes', dando aliento a los extremistas.

Hemos comprendido que es un oportunista, y se unirá a cualquier formación que le dé votos". Por otro lado, el primer ministro Sharif (en la imagen) ha sido criticado por haber propuesto "las negociaciones con los talibanes". "Creo que el suyo era un intento de construir la paz en el país. Evidentemente, ¿cómo se puede comunicar con los grupos que quieren desestabilizar el país con el terrorismo Y además, dada la fragmentación de la inmensa galaxia talibana, ¿con quién dialogar", añade el misionero.

Por su parte, el Arzobispo de Karachi, y presidente de la Conferencia Episcopal de Pakistán, Mons. Joseph Coutts, declaraba también a la Agencia Fides que el gobierno pakistaní debe abordar con seriedad la creciente violencia religiosa y sectaria que ha alcanzado proporciones alarmantes. "Asesinar a personas inocentes mientras están orando es un acto vergonzoso de cobardía. Pedimos al gobierno que tome medidas inmediatas para detener a los responsables de este ataque y proteja los lugares de culto de todas las minorías religiosas en el país", afirmó. Sobre el posible diálogo con los talibanes, el Arzobispo dice: "En este punto, como buenos ciudadanos, respetaremos lo que decida el gobierno, con el objetivo de mantener la paz en el país".

En un encuentro conjunto celebrado en la iglesia de la Trinidad en Karachi, Mons. Joseph Coutts, y el obispo anglicano Sadiq Daniel, han expresado su tristeza "por uno de los ataques más graves y mortales en la historia de la Iglesia de Pakistán", invitando a los fieles a la "calma y a no ceder a la tentación de reacciones violentas".

"La comunidad cristiana en Pakistán -ha comentado el obispo Sadiq Daniel- es una comunidad pacífica que ofrece una excelente contribución en el campo de la educación y la salud, al desarrollo de Pakistán". El Obispo, recordando que los talibanes son una amenaza para toda la nación, no sólo para los cristianos, ha expresado su gratitud por la solidaridad recibida de los líderes religiosos de otras comunidades, como los musulmanes, los hindúes y los sikh, así como los dirigentes de los partidos políticos "Jamat Islami", "Pakistan Peoples Party" y "Muthaida Quami Movement".

Mientras, los cristianos paquistaníes realizaban vigilias de oración en las iglesias, protestas en las calles, cierre de escuelas y tiendas como señal de luto. Así han expresado su amargura y shock tras la explosión de dos bombas en la Iglesia Anglicana de Todos los Santos el domingo pasado en Peshawar.

También según Fides, en las principales ciudades paquistaníes como Islamabad, Lahore, Karachi y Peshawar, cortejos públicos de fieles han pedido a las autoridades más seguridad, recordando que son "ciudadanos de pleno derecho de Pakistán".

De Pakistán nos trasladamos a Laos, también en Asia, donde las autoridades civiles del distrito de Atsaphangthong, en la provincia de Savannakhet, han determinado que los ciudadanos laotianos cristianos de las diversas aldeas del distrito, tienen que renunciar a su fe, bajo pena de expulsión del distrito.

Según la información de la agencia, la medida ha sido adoptada dado el creciente número de conversiones al cristianismo en varios pueblos. Una vez extendida la noticia, los cristianos han rechazado la decisión, alegando que su derecho a la libertad religiosa está garantizada por la Constitución de Laos y diciendo que están dispuestos a sufrir la expulsión, antes que renunciar a su fe cristiana.

La Ong 'Human Rights Watch for Lao Religious Freedom' (HRWLRF) denuncia el incumplimiento de esta disposición constitucional, a menudo ignorada por los funcionarios locales en muchos barrios de las distintas provincias. La Ong pide al gobierno de Laos que haga cumplir el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, ratificado por Laos en 2009.

El derecho a adoptar una religión libremente elegida, así como el derecho a manifestar públicamente la propia religión, se ve confirmada por el artículo 16 de la Convención. El texto condena cualquier forma de coacción de la libertad personal, incluida la libertad de la fe.

HRWLRF insta al gobierno de Laos a respetar el derecho del pueblo de Laos a la plena libertad religiosa, controlando los movimientos y los abusos de los funcionarios locales y tutelando a los ciudadanos de Laos de fe cristiana.

José Ángel Gutiérrez

joseangel@hispanidad.com