Sr. Director:
En esa desaforada forma de hacer política que es la huida hacia delante, probablemente hacia ninguna parte, a la que nos tiene acostumbrados la novel ministra de la Igualdad, Srta. Aído, nos encontramos con que ahora, según ha hecho público, adaptará los términos de paternidad y maternidad a las parejas del mismo sexo en la legislación que las ampara.

Tengo la sensación de que la manipulación del lenguaje, su uso al servicio de la ideología, en este caso de género, y su implantación tendente a modificar la realidad social es una vieja estrategia de los sistemas totalitarios, que si por algo se han caracterizado es por atentar contra la naturaleza de las cosas, parece que estamos en uno de estos casos.

Y es que si por algo se ha definido el lenguaje a lo largo de la historia de los pueblos, es por responder a la realidad de las cosas; intentar que ahora se sustituyan las palabras que se refieren a la más alta función de la naturaleza no es más que un ejercicio práctico de manipulación de las conciencias a través de la palabras.

Con las palabras que utilizan las personas para comunicarse y entenderse, máxime si se refieren a realidades básicas de la definición de lo humano, no se debe jugar, a no ser que queramos jugar con el hombre, haciéndolo a imagen y semejanza de la ministra de una desigualdad -bibliotecas sólo para mujeres- que está creando con su pretensión de alterar la naturaleza de las cosas.

Xus Do Mar

xusdomar@gmail.com