No nos van a conformar con cualquier cosa para que luego el ministro diga que nuestra reivindicación era económica, señala la secretaria de la Asociación Francisco de Vitoria, Carmen Delgado. Lo tienen claro. Resulta que Bermejo dice estar dispuesto a negociar en todo menos en lo económico y ahora ocurre que los jueces intuyen que acudirá a la reunión del 26 con la chequera bajo el brazo.
A nosotros nos vendría muy bien ser funcionarios del Ministerio de Justicia como en la época de Franco; pero eso sería muy pernicioso para el Estado de Derecho, apunta el presidente del Foro Judicial Independiente, Conrado Gallardo. Es de esto de lo que estamos hablando, de la verdadera independencia del poder judicial, garantía de un verdadero Estado de derecho que pueda llamarse democracia.
Cuando el Gobierno les retiene el presupuesto, se merma a los jueces de autoridad en los juzgados, se amenaza con endurecer el régimen disciplinario, se pretende que su órgano de Gobierno esté formado por no jueces, se pretende colocar la agenda de señalamiento a los secretarios judiciales, se pretende otorgar la instrucción a los fiscales, modificar el sistema de acceso eliminando la oposición y se estrangula financieramente su funcionamiento, estamos ante una pretensión totalitaria que los jueces no quieren tolerar. Y no por corporativismo, sino por garantía de un sistema verdaderamente democrático.