A pesar de que la prohibición europea, Holanda publicó este viernes los resultados de la elección recurriendo al subterfugio de que sean los ayuntamientos y no el Estado los encargados de la difusión. Teniendo en cuenta cómo se toman las autoridades la normativa europea, no extraña que la abstención haya sido del 60%. Tampoco debemos olvidar que Holanda fue, después de Francia, el país que con su No a la nueva constitución europea echó abajo el plan para consolidar a la Unión en el actual camino. La clase política se apresuró a enterrar la derrota para volver a intentarlo en breve, pero los europeos parecen tener memoria.
Además, los principales partidos pierden escaños a favor del Partido por la Libertad, cuya campaña contra el ingreso de Turquía en la Unión Europea le ha situado como segunda fuerza más votada (cuatro escaños). Los democristianos se quedan con cinco escaños frente a los siete de las pasadas elecciones, mientras los laboristas, que también tenían siete, se quedan con cuatro.
En el Reino Unido han decidido juntar las europeas con las municipales, lo que anima algo la participación. Sin embargo, los laboristas de Gordon Brown se preparan para una de las mayores derrotas de su historia. Hasta el punto de que en los primeros avances de voto el tercer partido, el Liberal, se sitúa por encima de los laboristas. La cuarta dimisión de un miembro de su gobierno y las declaraciones en contra de sus propios compañeros de partido colocan al Premier en una difícil situación a un año de las elecciones generales. Al parecer, España no es el único país en el que las europeas se han leído sólo en clave nacional.