Lo malo de que el turismo sea un sector fuerte es que la crisis mundial le afecta. Un total de 57,4 millones de turistas eligieron nuestro país para pasar sus vacaciones el pasado año, un 2,6% menos que en 2007.
Los primeros que han decidido hacer turismo por su propio país son los franceses, que solían pasar la frontera sobre todo para visitar Cataluña. España recibió a 8,1 millones de turistas del país vecino, un 8,5% menos que en 2007. En cabeza continúan los turistas del Reino Unido, que sumaron 15,7 millones, un 3% menos que en 2007, según datos del ministerio de Industria, Turismo y Comercio.
España mantiene el liderazgo en turismo vacacional y ocupa el segundo puesto en turismo internacional después de Francia. Después de Estados Unidos, es el segundo país que más ingresos genera por turismo: sin incluir los billetes comprados en el exterior, se ingresaron 37.264 millones de euros.
En opinión del secretario de Estado de Turismo, Joan Mesquida, el turismo ha resistido mejor que otros sectores, aunque se observa el comienzo de una tendencia negativa que puede extenderse hasta finales de 2009. La recuperación depende en buena medida de la marcha de países como Alemania o Reino Unido.
Mesquida reconoció que las turbulencias bursátiles y la situación económica mundial son factores que frenan la llegada de turistas a España, junto al hecho de que los tipos de interés altos, la subida del precio del petróleo y la inflación descontrolada a lo largo de 2008. Todo ello sumado a un euro excesivamente fuerte con respecto a la libra. El secretario de Estado de Turismo destacó también que las cifras se comparan con un 2007 que batió los récords de visitantes en nuestro país.