Sr. Director:
En relación a sus reflexiones sobre la preceptiva confesión antes de comulgar, habría que ver también cuántos sacerdotes cumplen con su tarea y se ponen en el confesionario con regularidad o antes de las misas.

En algunos arciprestazgos andaluces, por ejemplo, hay que buscar al confesor como si se estuviera en peligro de muerte. Y a veces, a pesar de ser encontrados y llamados, no acuden o si acuden te confiesan en un banco de la iglesia pegados a ti como si estuvieran intercambiando confidencias.

Si los pastores no cuidan a sus ovejas...

¿Qué hacen los obispos con este asunto?

Marcial Tomás