Han realizado la reforma con agostidad y alevosía En la mañana de este miércoles, el portavoz de IU en el Congreso, Gaspar Llamazares, ha acusado al Gobierno de reformar TVE para apoyar a las televisiones comerciales y privadas. Esas que han tenido los mejores años de su historia, que siguen ganando dinero y repartiendo beneficios, lamenta el líder comunista. Ha negociado con las televisión privadas y se ha limitado a informar al resto.
Si el modelo funciona, no hay que cambiarlo; y da la sensación de que el pecado de TVE ha sido su éxito. Además, se pregunta por qué las prisas del Gobierno en reformar un modelo que podría estar listo en los próximos meses. Han hecho una reforma con agostidad y alevosía por lo que solicita una reforma tranquila y por consenso. El que no tuvieron entre los sindicatos de TVE y entre el sector de las telecomunicaciones.
Pero es que además, Llamazares considera que la apuesta no le va a salir bien. Porque en su opinión, la TVE era una garantía de que los precios de la publicidad estaban contenidos. No sólo quieren quitarle la financiación, sino también la audiencia, retirándola de los contenidos de calidad o Premium; encorsetan hasta la asfixia a RTVE; la disputa no es sólo la publicidad, sino la audiencia, concluye.
La respuesta de De la Vega es tímida. Que si se trata de una televisión de calidad, independiente financieramente. Incluso llega a afirmar que el mercado había condicionado los contenidos de servicio público. La garantía, sostiene De la Vega, es la capacidad de los profesionales de TVE. Quítese, Sr. Llamazares esos fantasmas. No convenció.
Si el modelo funciona, no hay que cambiarlo; y da la sensación de que el pecado de TVE ha sido su éxito. Además, se pregunta por qué las prisas del Gobierno en reformar un modelo que podría estar listo en los próximos meses. Han hecho una reforma con agostidad y alevosía por lo que solicita una reforma tranquila y por consenso. El que no tuvieron entre los sindicatos de TVE y entre el sector de las telecomunicaciones.
Pero es que además, Llamazares considera que la apuesta no le va a salir bien. Porque en su opinión, la TVE era una garantía de que los precios de la publicidad estaban contenidos. No sólo quieren quitarle la financiación, sino también la audiencia, retirándola de los contenidos de calidad o Premium; encorsetan hasta la asfixia a RTVE; la disputa no es sólo la publicidad, sino la audiencia, concluye.
La respuesta de De la Vega es tímida. Que si se trata de una televisión de calidad, independiente financieramente. Incluso llega a afirmar que el mercado había condicionado los contenidos de servicio público. La garantía, sostiene De la Vega, es la capacidad de los profesionales de TVE. Quítese, Sr. Llamazares esos fantasmas. No convenció.