Sr. Director:

En Cataluña, la ley de culto prevé la "licencia de actividad religiosa": un permiso municipal para poder rezar, reunirse, celebrar Misa, o para abrir un nuevo centro religioso, que el ayuntamiento puede conceder o retirar.

También exige una normativa en cuanto al número de decibelios y cuartos de baño de la parroquia, y pone a subasta el suelo público de uso religioso al mejor postor: el capital saudí y sus mezquitas tienen las de ganar.

¿Será casualidad que tanto Gaspar Llamazares que prometió hace unos meses elaborar un Decálogo contra los Diez Mandamientos de la Ley de Dios, y Carod Rovira, autor de este atentado contra la libertad religiosa hayan sufrido un descalabro monumental en las recientes elecciones?

Dios, cansado de la imbecilidad humana da, de vez en cuando, un golpe de timón para enderezar el rumbo. Aunque parece que a Zapatero le ha concedido otra oportunidad.

Lucía Rivera

rivelu20@gmail.com