El Consejo de Ministros ha aprobado el Real Decreto Ley sobre indemnizaciones a los participantes en operaciones internacionales de paz y seguridad. Se trata -afirma el ministro de Defensa, José Bono- de poner en valor la voluntad de servicio de aquellos que hacen de la lucha por la paz y la justicia una causa de vida. Toda una urgencia, señalaba Bono. "Un país que no es capaz de reconocer el sacrificio de los suyos no merece la generosidad de sus ciudadanos", señala Bono, el "patriota, pero no de loj tanquej".
La medida afectará a 109 personas, se aplicará de manera retroactiva desde la vigencia de la Constitución y las cuantías serán las mismas que las establecidas para las víctimas del terrorismo : 140.000 en caso de fallecimiento y 390.000 para los casos de gran invalidez. Obviamente, quedarán exentas del impuesto de sucesiones, donaciones, renta y cualquier otro tributo. Además, las medidas serán complementadas con otras de carácter académico y sanitario. "Es la expresión de nuestro reconocimiento para quienes ponen en riesgo su seguridad y su vida, afirma. Nunca es tarde si la dicha es buena.
Los beneficiarios serán los cónyuges en primer lugar, hijos y padres en caso de no existir vínculo matrimonial, y abuelos o nietos en caso de no existir padres y/o hijos. En el caso del Yak-42, se ha arbitrado una medida añadida para los cinco casos de "viudas de hecho". En tal caso, la ayuda será una pensión que se cobrará de manera retroactiva desde el 1 de julio de 2003. "Estamos seguros de que la sociedad lo va a entender", señala Bono quien, además, añade que los familiares de las víctimas jamás han hablado de dinero en las conversaciones mantenidas con el Ministerio.