El pasado 1 de septiembre comenzaba a aplicarse en la vecina república francesa la conocida Ley del Velo, que, en realidad, consiste en prohibir todo tipo de signo religioso en las laicistas escuelas francesas. Obviamente, además del velo, el gran damnificado de la normativa gala es el crucifijo, presente, hasta ahora, en gran parte de las aulas de los colegios e institutos franceses.

 

Pues bien, la normativa podría resultar ilegal en los departamentos del Haut-Rhin y Bas-Rhin (Alsacia) y de la Mosela (Lorena), que, como se sabe, pertenecieron a Alemania entre 1871 y 1914. En ambos territorios, el régimen legal de las confesiones religiosas es diferente al del resto de la República. Por ejemplo, en Alsacia y Lorena, los centros religiosos pueden ser concertados, algo imposible en el resto de Francia. Por eso, algunos juristas consideran que quizás la Ley del Velo no sería aplicable en Alsacia y Lorena, territorios donde todavía rige el Concordato con la Santa Sede de 1801, aunque con algunas modificaciones.