Además, está el pequeño detalle del impacto contable de las prejubilaciones. El próximo año entran en vigor las nuevas normas contables internacionales IAS o NIC, como prefieran, que en este punto recogen la costumbre norteamericana de que el coste de las prejubilaciones se cargue contra la cuenta de resultados y no contra las reservas del banco. Así que todo "quisqui" está prejubilando anticipadamente en 2004.

 

Eso sí, recuerden que los bancos deben pedir permiso al Banco de España para prejubilar con cargo a reservas. Al emisor no le gusta mucho la idea, pero oficialmente sólo responde a fin de año. En el caso del SCH, si se financiaran las prejubilaciones contra reservas, el coste sería de 550 millones de euros. Si fuera contra resultados, el coste se quedaría en los 275 millones, es decir, un 9% del beneficio neto atribuido (3.000 millones de euros) que Botín pretende obtener en 2004.