El reciente intento de ACS por opar a Hochtief pretendía alcanzar una mayor participación y, por tanto más ingresos por la vía del dividendo o de las plusvalías, con la guerra con Iberdrola de fondo. A su vez, Hochtief confiaba en su filial australiana Leighton como la joya de la corona. Pero el dominó ha resultado funcionar en dirección opuesta.
La constructora australiana se ha visto obligada a lanzar un "profit warning" antes de presentar sus resultados anuales en junio: las contrataciones serán peor de lo esperado y el beneficio se reducirá a la mitad de lo anunciado. Las pérdidas estimadas rondan los 280 millones de euros.
Leighton tendrá que realizar una ampliación de capital en torno a 800 millones de euros, lo que para la matriz supondrá unos 300 millones de euros.
El precio de la acción de Hochtief ha caído desde los 76 euros del jueves hasta los 62,5 de este lunes (ACS pagó 64,49 euros en la OPA y 70 euros en el mercado en la última semana para hacerse con un 7,5% adicional). A media sesión del lunes, ACS encabezaba las pérdidas del Íbex con una caída del 2,5%.
No obstante, fuentes de ACS señalan a Hispanidad que Florentino Pérez está autorizado para llegar al 25% del capital de Iberdrola. Sin embargo, la mala noticia pone más difícil a ACS alcanzar su objetivo.
La mala noticia desde Australia amarga la sustitución de Herbert Lütkestratkötter, el consejero delegado de Hochtief que se opuso a la OPA de ACS. La constructora que dirige Florentino Pérez había llegado a un acuerdo para que Frank Stieler ocupara el puesto.
Mariano Tomás
mariano@hispanidad.com