Sr. Director:
En medio del inmenso dolor que aflige a los familiares de las víctimas inocentes de la masacre de la localidad norteamericana de Newtown, se sitúa el ansia de toda una sociedad por encontrar una explicación racional que permita recuperar un mínimo consuelo.
Se ha vuelto a abrir el debate sobre la necesidad de controlar con rigor el comercio libre de armas de fuego, aunque todo el mundo sea consciente de que el problema no reside tanto en la facilidad para comprarlas como en las personas que las manejan.
Tampoco basta achacar este tipo de tragedias repetidas a la locura pasajera de asesinos en serie como Adam Lanza.
Es preciso bucear también otros fondos que no siempre se quieren analizar con el rigor que merecen y que tienen mucho que ver con el relativismo y el individualismo exacerbado.
Lluis Esquena Romaguera