La campaña de la paridad continúa. "Zetapé" quiere evidenciar su parida paritaria. La vicepresidenta María Teresa Fernández de la Vegaquiere pasar a la historia como la pionera en la defensa de la paridad en el Gobierno. Y no se les ha ocurrido nada mejor que posar junto a la escalinata del Palacio de La Moncloa para una conocida revista de moda femenina. Hasta cuatro horas llegaron a invertir en la elaboración del "book". Eso es gobernar. Después se quejarán de que la crítica las califique de "ministras florero". ¿Se imaginan a los ministros compitiendo para Mister España? Mucho.

 

Ocurrió el pasado viernes 9 de julio tras el Consejo de Ministros. De la Vega afirmó que el "Tireless" tendría una estancia "muy corta". Estuvo el tiempo que Gran Bretaña quiso. Además, el Gobierno anunció algunas medidas de carácter social como la inversión de 41,3 millones de euros en la eliminación de barreras arquitectónicas y la concesión de nuevos créditos FAD destinados a China, que suma ya el 10% de la ayuda al desarrollo del Gobierno español.

 

Además, De la Vega anunció que las televisiones financiarían el cine europeo con el 5% de sus ingresos. Más intervencionismo. Aunque la gran noticia fue el anuncio de la creación de los juzgados mercantiles en España. La hemorragia de "progresismo" fue la aprobación de dos convenios de colaboración entre las comunidades andaluza y catalana y el Instituto de Salud Carlos II para la investigación del células madre "adultas y embrionarias".


Ya saben: que el Carlos III será el organismo que centralice e impulse ese proceso macabro de utilizar embriones congelados (o sea, personas diminutas) para eventualmente salvar a otros seres humanos. Una eventualidad que científica y temporalmente se encuentra un tanto lejana. Como informamos en su día, De la Vega, no distingue, o no quiere distinguir, entre células madre adultas y embrionarias.

 

Pues bien, después de una jornada tan ajetreada, llega el asueto. Las ocho ministras acuden a la escalinata del Palacio de La Moncloa para someterse a una sesión fotográfica, como si de modelos se trataran. La idea surgió de la glamourosa revista Vogue. Pero debió de ser aplaudida con gran entusiasmo por la vicepresidenta primera, que debía de ver en este reportaje la oportunidad de mostrar una imagen clara y distinta de las féminas en el poder.

 

Dicho y hecho. Las ministras se vistieron con modelos de Roberto Verino, Alberto Domínguez, Miguel Palacio, Loewe, Ángel Schlesser, José Vázquez y Roberto Torreta. Eso para dar imagen de austeridad y contención del gasto. ¿Qué tendrán esas reconocidas marcas que no tenga la ropa de marca blanca de una gran superficie? "No es lo mismo", que diría Alejandro Sanz.

 

Según el subdirector de la revista, Jesús Angulo, todas demostraron "gran complicidad". No hay nada más excitante que una cámara. Incluso -o sobre todo- si eres ministra. Máxime, si sabes que esa instantánea será la imagen de la parida igualitaria. ¡Treinta y tres! Sonrisa y flash. Pero no de cualquier forma. Con posturitas. Como gusta a fotógrafos y modelos. La más sexy, Elena Salgado que tirada sobre el diván apoya su cabeza sobre su mano izquierda y lanza una mirada insinuante. ¡¡¡Oh!!!

 

A criterio de la revista, la más tímida es Elena Espinosa y la más bromista, Carmen Calvo. En el centro y ejerciendo de "madre", la señorita De la Vega. Pelo corto y traje blanco con chaqueta larga. Las manos en los bolsillos, en señal de pasividad y sonrisa de satisfacción de un sueño cumplido. La vicepresidenta ejerce el liderazgo en el Ejecutivo. Pero entre las féminas del Gabinete proyecta su maternidad. El resto, lo acepta. "Todas la tratan como la autoridad del grupo. Es un poco la líder y nos iba marcando los ritmos", señala Angulo.

 

"¡Qué duro es ser modelo!", dice bromeando Calvo. "Sí, pero cobra más que nosotras", responde Salgado. La pela es la pela. Pero todo sea por servir mejor a los sufridos contribuyentes. Las ministras sacrifican su prometedor futuro como modelos por servir al interés general. Un espíritu de abnegación que no ha sido suficientemente reconocido.

 

Porque no sé si lo saben, pero la sesión fotográfica es también gobernar: Hacer soñar al pueblo que el Gobierno no sólo ha logrado la paridad, sino que, encima, nuestras ministras están de muy buen ver y resultan tan elegantes como las modelos del Vogue. Lo de la vivienda, la financiación de la sanidad, el IVA de los discos y libros y la gestión cultural es cosa de técnicos. Pero las ministras resultan insustituibles como modelos de Vogue. España se merece un Gobierno mejor.

 

Luis Losada Pescador