Les explico lo del follón sobre el candidato del Partido Popular a la alcaldía de Madrid, que es muy divertido. Tras la retirada de Ana Botella en el partido se barajan tres candidaturas: la de Soraya Sáenz de Santamaría, la de Esperanza Aguirre (ambas en la imagen) y la de Cristina Cifuentes. Soraya entra en el juego, a la fuerza, castigada por Rajoy. Esperanza Aguirre porque si está un día más fuera de la política le da un infarto... por más que Rajoy no le haya perdonado que hace 12 años quisiera desbancarle como presidente del PP (Congreso de Valencia). Cristina Cifuentes porque ella no se ha hecho progresista (abortista y republicana, para hacer boca) para quedarse como delegada del Gobierno en Madrid.
A Soraya no le hace gracia que se le degrade de vicepresidenta del Gobierno a alcaldesa de Madrid y señala a su amiga Cifuentes -encargada de encabronar al ministro Jorge Fernández, en su nombre- como candidata. Cifuentes asegura en privado que es el deseo de Soraya y alienta a los periodistas amigos para que crucifiquen el 'pequeño problema' de Aguirre y su peculiar forma de aparcar su automóvil. Sinceramente, me sigue pareciendo una chorrada, pero la hipocresía es el principal acero de un político.
Qué quieren que les diga. Soraya Sáenz de Santamaría es una mujer de principios frágiles: la más abortista de todo el Ejecutivo, por ejemplo, y, además, partidaria del posibilismo político: bueno es aquello que puede hacerse sin perder votos.
Esperanza Aguirre es una liberal coherente con su modo de pensar, de menor geometría variable que Soraya, pero a la que los valores morales, o son útiles o dejan de ser valores. Por ejemplo, nunca luchó por el derecho a la vida. Aseguraba que todo aborto era un fracaso. No es un fracaso doña Espe: es un crimen.
Respecto a Cristina Cifuentes, me remito a las palabras de su padre, el general Cifuentes: "Mi hija está loca". No está loca, simplemente juega a ser más progresista que nadie, un concurso que se ha vuelto realmente difícil en cualquier caso, y, sobre todo, cuando tu dedicación consiste en la coordinación de las fuerzas del orden para reprimir manifestaciones.
Y ahora la respuesta el enigma: ¿Quién será la candidata del PP al Ayuntamiento de Madrid
Pues lo decidirá Arriola. Bueno, lo decidirá Rajoy con las encuestas que Pedro Arriola -el hombre que acierta hasta cuando se equivoca- le pondrá sobre la mesa. Y si Esperanza Aguirre es la que tiene más posibilidades para que el PP no pierda la Alcaldía de Madrid, pues Rajoy ni castigará a la sobrada Soraya ni premiará a la indocumentada Cifuentes. Tenemos de presidente a un gallego frío: le cuesta olvidar las 'ofensas' pero no está dispuesto a prescindir de un caballo ganador. Y por cierto, la candidata podría ser, en abril... ninguna de las mencionadas.
Y Mariano no tiene ninguna prisa por tomar una decisión. Acuérdense de Cañete y las europeas. Bueno, y así le fue.
Ya lo dijo Voldemort: ¡No aprenden!
Eulogio López
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