El alemán dio a entender que el futuro de la compañía depende del Gobierno
La soberbia del primer ejecutivo de la eléctrica alemana E.ON ha vuelto a encabronar a todos. Esta vez, no sólo al nuevo ministro de Industria, Miguel Sebastián, con quien Bernotat ya tuvo enfrentamientos en el pasado por el caso Endesa.
En pocas palabras, Bernotat ha reunido a corresponsales españoles en Berlín y se ha permitido ironizar con que deberían preguntar al Gobierno español sobre el futuro de Iberdrola "a ver si tiene alguna idea".
Naturalmente, ha provocado al mismo tiempo las iras del presiente de Iberdrola, Ignacio Galán. En la eléctrica recuerdan que Iberdrola es perfectamente opable sin pedir permiso al Gobierno, mientras que E.ON no lo es, dado que una operación contra ella precisaría del permiso del Gobierno alemán, según la ley de privatización de Ruhrgas.
Y es que don Wulf es un tipo muy humilde.