Quica Cortés fue su secretaria durante 17 años

Muerto el pastor se dispersaron las ovejas. Esto es lo que ha pasado en el PP de Jaume Matas. Una vez que Matas ha decidido desaparecer de la vida política, la gente está empezando a mostrar su verdadero rostro: pelotas unos, fieles otros, ruines los demás. El caso más sangrante es el de Quica Cortés, que fue secretaria de la hasta ahora vicepresidenta del gobierno balear, Rosa Estarás, durante 17 años.

Pues bien, una vez que el capitán del barco abandona el buque, Cortés ha fichado como jefa del gabinete del vicepresidenta. Por supuesto, el nuevo gobierno pentapartito no está fichando a una profesional, sino –probablemente- a la persona que más sabe del anterior gobierno de Matas. O dicho de otra forma, está comprando su deslealtad. Mucho.

Otro caso es el de Carlos Ricci, hasta ahora director del hospital de Son Dureta. Con la llegada del nuevo gobierno, Ricci –cargo de confianza y alto dirigente del PP- es despedido. Hace las maletas, pero inmediatamente le ofertan ser director del otro hospital de Mallorca, Son Llatzer. Y don Carlos acepta. Fuera del poder hace mucho frío. Pesadas hipotecas obligan.