El Consejo de Ministros aprobó este viernes la privatización del 49% de AENA y la licitación de Barajas y El Prat. El nuevo portavoz del Gobierno, José Blanco, ofreció este viernes los argumentos oficiales: habrá mayor competitividad y eficiencia manteniendo la titularidad pública.
Sin embargo, la cuestión no estriba en ninguno de estos elementos, sino en la necesidad de buscar dinero debajo de las piedras. Pan para hoy y hambre para mañana porque la concesión plantearía problemas en caso de que se necesitara inversión, por ejemplo, para construir una nueva pista.
El Gobierno creará un organismo de vigilancia de la concesión, que dará entrada a comunidades autónomas y ayuntamientos. Sin embargo, aún no tiene claro cuál será el método para dar entrada a las empresas privadas en la sociedad pública.
Mariano Tomás
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