Los sindicatos reclaman subidas de impuestos a las clases más altas La presión fiscal en España ha bajado al 33%, según señaló este miércoles la vicepresidenta Elena Salgado. Se trata de unas presiones fiscales más bajas de la OCDE y es que muchas de las medidas de impulso fiscal eran recortes fiscales implícitos. Desde luego, la cifra tiene trampa porque mezcla recortes fiscales como el cheque bebé o el cheque de los 400 euros con medidas de mera liquidez como los aplazamientos en la Seguridad Social (7.000 millones hasta la fecha, según Zapatero).
En todo caso, el argumento le sirve a Izquierda Unida para insistir en la necesidad de subir impuestos y abandonar la política de cheques. Una frase que repite cual mantra. La copla ha sido seguida por los sindicatos. Ambos argumentan que tanto Obama como Gran Bretaña han subido los impuestos a las rentas más altas. Lo que quizás no saben, es que en realidad se los están subiendo no a las rentas altas, que tienen mecanismos de escape, sino a los profesionales de clase media alta que se ganan bien la vida. ¿Hay que castigar fiscalmente a quien ha sido capaz de prosperar con su esfuerzo y dedicación?