El cabreo no es sólo contra los representantes sindicales, sino contra buena parte de la plantilla del Banco de España. Se quejan de la costumbre del gobernador Jaime Caruana de fichar, incluso para cargos de mucha responsabilidad, a externos en lugar de acudir a la promoción interna. Las contrataciones se hacen por oposición, donde lo que más puntúa es el concurso de méritos. Y no es que la plantilla de la entidad supervisora se queje de los fichajes externos. No, de lo que se queja es de que al hacerse por esta vía los contratados pasen a formar parte de la plantilla regular y no precisamente desde abajo. Todo el mundo sabe lo fácil que resulta programar una oposición donde el concurso de méritos constituye la almendra de la selección: los niveles de manipulación pueden alcanzar cotas inigualables.
Siempre se dijo que en el Banco de España trabajan los hijos listos de las familias modestas y los hijos tontos de las familias bien. A partir de ahora, podrá incluirse una tercera categoría: los que desee el gobernador.