La comparativa es demoledora. En 2010, la energética registró unos beneficios de 5.853 millones de euros. En 2011, sin embargo, el impacto de la moratoria nuclear anunciada por la canciller alemana en el mes de marzo, tras el terrible terremoto de Japón, han lastrado -y de qué manera- sus cifras, sin olvidar las depreciaciones y amortizaciones de activos en España e Italia.
Concretamente, en estos dos países, la compañía ha explicado que "se asumieron cargas por amortizaciones por importe de 1.900 millones de euros", principalmente por las previsiones pesimistas sobre la evolución de los precios de la electricidad y la "intervención de los reguladores".
Asimismo, la energética alemana ha aclarado que su beneficio recurrente alcanzó los 2.501 millones de euros, un 49% menos que en 2010, si no tuviera en cuenta el impacto negativo de estos elementos extraordinarios.
De esta manera, las ventas de gas subieron un 28% y las de electricidad un 11% en 2011. Su cifra de negocio alcanzó los 112.954 millones de euros, un 21,6% más que el año anterior.
Pablo Ferrer
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