Sr. Director:
La resistencia actual del dólar frente al euro tiene una explicación mecánica. El empeoramiento de la crisis financiera ha llevado a los inversores EE.UU. a acabar con sus posiciones exteriores. Llamado el "deleveraging", este movimiento no durará. Después, todo dependerá de la reorientación de la estrategia en China. ¿Cuáles son los términos del asunto?
La inextricable situación de las finanzas de los Estados Unidos.
Para el año fiscal 2010, el Gobierno de los EE.UU. presentó un presupuesto de 3.552 Mds de dólares con un déficit récord de 1.750 Mds en 2009 (12,3% del PIB). Añadiendo los déficit de 2010 y 2011, cada uno alrededor de 1.000 Mds de dólares, la necesidad de financiación se elevara a 3.000 Mds de dólares.
Para contener este déficit, el Gobierno pronostica la disminución del gasto público de 10% en 2010 y la recuperación de 67% del dinero dedicado a los planes de rescate.
Este análisis parece demasiado optimista a la luz de las necesidades de refinanciación de las instituciones financieras de las cuales, hasta la fecha, nadie es capaz de determinar la cantidad exacta.
Una cosa es segura, el paquete asignado dentro del plan rescate no es ilimitado. Día tras día, está solicitado, a veces en urgencia. Por ejemplo, el solo rescate de American International Group (AIG) costo 30 Mds de dólares para cubrir sus perdidas trimestrales, 61,7 Mds de dólares, 465 421 dólares cada minuto.
A este ritmo, el presupuesto dedicado al plan se agotara con rapidez. ¿Qué harán entonces las autoridades? ¿Lanzamiento de un nuevo plan? ¿Ampliar el déficit? ¿Sería esto posible?
Todo depende del mantenimiento de la firma de los Estados Unidos, es decir su capacidad a refinanciar su déficit recurriendo a la deuda externa. Finalmente, todo depende de la actitud de China, primer acreedor de los Estados Unidos.
¿Seguirán los chinos comprando bonos de Tesoro de los Estados Unidos?
"Los Estados Unidos tienen una reputación financiera muy merecida. ¡Cualquier inversión es segura!, comentó Hillary Clinton durante su estancia en China. Un grito de angustia, casi una oración.
Según un argumento económico conocido, China se ve obligada de subscribir bonos del Tesoro de los Estados Unidos para proteger el valor de los bonos ya comprados. Delante de Japón, China es el primer acreedor EE.UU. con 712 Mds de dólares de bonos de Tesoro al 1 de marzo de 2009. En caso que China suspendería la compra de bonos del Tesoro, el valor de sus activos denominados en dólares se reducirá drásticamente y, a su vez, afectara su situación económica. El segundo argumento consiste a decir que la depreciación del dólar podría favorecer la reevaluación de yuan lo cual afectara a los exportaciones chinas.
Pregunta: Incluso si China quiere cumplir con esta meta, ¿lo podría hacer realmente?
Con sus considerables reservas de divisas de 2.000 Mds de dólares (20% del PIB), en teoría, China tiene la capacidad de adquirir bonos del Tesoro. Pero, un sencillo cálculo aritmético sugiere una duda.
También afectada por la crisis, China debe cubrir el déficit de su propio presupuesto: 750 Mds de yuan ($ 109 Mds) en 2009 contra 570 Mds de yuan ($ 83 Mds) en 2008. Igualmente el importe del plan de recuperación de 580 Mds de dólares de noviembre 2008 arrimado al plan de apoyo a la economía de más de $ 1.400 Mds (un tercio del PIB) presentado a la sesión del Parlamento el 5 de marzo. Dicho plan es vital para mantener la paz social, en particular, con la creación de una verdadera Seguridad Social. Todavía falta un saldo positivo. Sin embargo, en los últimos meses, el declive económico fue tan rápido que algunos funcionarios chinos sugieren la posibilidad de otro plan de rescate. De hecho, las necesidades internas disminuyen su capacidad de compras externas.
Sentimiento amargo.
Un amargo sentimiento ha surgido en China debido a las enormes pérdidas registradas por empresas de EE.UU. en las cuales instituciones chinas habían suscrito acciones, tal como el fondo de Blackstone. A raíz de eso, los chinos se cuestionan respecto a la capacidad de las autoridades de EE.UU. de controlar la situación. Adicionalmente, el billete verde no ofrece una remuneración de tal manera que la adquisición de bonos del tesoro EE.UU no es objetivamente pertinente. Mejor abandonar todo o parte de los activos depositados en los Estados Unidos en lugar de llegar a un callejón sin salida, proclaman algunos (China Daily, 17 de diciembre). Mejor centrarse en el país en lugar de refinanciar indefinidamente a los Estados Unidos.
Reorientación geopolítica.
Detrás de la problemática económica, se perfila la afirmación de la línea ortodoxa en China, más nacionalista, mas centralizada. Durante los dos años, esta tendencia se desarrolló fuertemente a raíz de las críticas occidentales respecto a los derechos humanos y el Tíbet. La crisis ofrece a China la oportunidad de un agiornamiemento de su política exterior. ¿Por qué no formar un bloque de países con economías más saludables, algo ajenos a los derechos humanos ? En este sentido, la visita oficial del presidente chino en Arabia Saudita el mes de febrero demuestra un activísimo diplomático sin precedente.
También confrontado a la caída de sus activos en los Estados Unidos, los países del Golfo están explorando otra alternativa. Según ellos, la reactivación del crecimiento de China promete un reajuste a la alza de los precios. Albergando 70 % de los activos financieros mundiales, la estructuración de un grupo asiático de Riyadh a Pekín es algo lógico.
Conclusión.
El nuevo enfoque de la política china podría decepcionar las expectativas occidentales a la busca de liquidez. La consecuencia podría ser un colapso de la demanda de China en las próxima subastas de bonos de Gobierno de EE.UU. lo cual podría desembocar mecánicamente al colapso del dólar con una pérdida de su valor a más de 80 % de su nivel actual.
Combinada al aumento de los precios de las materias primas, a la híper inflación, entraremos en el segundo capitulo de la crisis: el dominio del mundo asiático.
F. de la Chevalerie
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